lunes, 11 de marzo de 2013

Virginidad



Virginidad


Para hablar de virginidad debemos conocer el significado de este término.

Virginidad.- Es el término coloquial aplicado a la persona que no ha tenido experiencias sexuales. Se usa también el término castidad. La percepción del significado y la aplicación de ambas palabras varían, dependiendo de la cultura, religión o sistema de creencias que se esté hablando.

Ya definido este término podemos empezar:

Cuando nos mencionan la palabra virginidad nos vienen muchos significados, desde la ideología de la iglesia se nos vendría a la mente la virgen María, ya que para la religión desde aquí parte este término ya que de acuerdo con la biblia María es considerada virgen por el hecho de quedar embaraza sin tener relaciones sexuales y ser visitada por el espíritu santo; desde una ideología bilogica sería algo que se encuentra en su estado natural y no ha sufrido ninguna alteración desde su origen, pero la aceptación personal que le da uno  misma es la más importante, cabe destacar que han existido muchos mitos y tabúes acerca de la “virginidad”, pero particularmente, este tema “somete” más a las mujeres, debido a que a lo largo de la historia y fundamentándose principalmente en la religión, a la  mujer prácticamente se le había prohibido siquiera hablar de temas relacionados a la virginidad y la sexualidad, mucho menos si no estaba casada.
A la virginidad se le consideraba pues, como un valor que implicaba compromiso y abstinencia para así poder llamarse pura, digna y bien educada.

Anteriormente este termino de virginidad se le designa más a la mujer, el  hecho de ser virgen se le atribuye  a una mujer  que no ha tenido relaciones sexuales  y por lo tanto su himen no ha sido roto o penetrado, el himen es una delgada membrana que en algunas mujeres cubre la entrada de la vagina y que varía de espesor y de extensión. Esta membrana debe romperse durante la primera relación sexual debido a la penetración del pene y debe provocar un sangrado, lo que será señal de “virginidad” y “pureza”. Este mito ha ocasionado que en el tan ansiado momento de la “primera relación”, el hombre (a quien no se le exige lo mismo que a la mujer) espere que la mujer sangre, cuando una mujer llegaba al matrimonio en este estado de virginidad o castidad era una bendición para la familia y para la pareja, pues a él se le otorgaba la dicha de ser el primero en la vida de esta,  y al no ser así, muchos matrimonios o parejas empiezan con violencia, inseguridad, falta de confianza y rechazo, que va a marcarlos para el resto de sus vidas debido a que se le consideraba una desgracia para la familia de la mujer el hecho de no ser virgen es decir no ser pura ante los ojos de la sociedad, iglesia y su pareja.

Hasta hace apenas unos años o mejor dicho el siglo  XX en algunos lugares este término ya no denota   tanto valor pues debido que ha habido innumerables avances tecnológicos así como culturales y aunque quizá no han sido muchos se ha avanzado en la temática sexual, quitando un poco el tabú de castidad del que estaba impregnado en épocas anteriores.
Se comenzó a ver al sexo, más que como una actividad “sucia o impura” como una necesidad y una capacidad de la cual todos los seres humanos podemos disfrutar,  gracias a estudios  realizados se descubrió   que el himen no es por ningún motivo la evidencia de  virginidad en una mujer, esto se debe al hecho de que se ha comprobado que algunas mujeres que nacen sin himen, existen otras a las que se les pudo haber roto durante un golpe o sentón fuerte y en otras más, este tiene diversas características como:


- Ser elástico, lo que significa que cuando penetra el pene, el himen puede no romperse en la primera relación y cuando llega a hacerlo en relaciones posteriores no necesariamente presenta sangrado.

- Existe también el himen anular, es decir que la membrana no está cerrada en el centro y solamente aparece a los bordes de la vagina.


- Otro tipo de himen es el “cribiforme”, que presenta varios orificios en su membrana.
Por tanto la presencia o no del himen no debe ser considerada como símbolo de fidelidad o virginidad.

Adentrándonos más en el tema podemos decir que actualmente aún existen lugares donde el término virginidad  o en otras palabras que la mujer sea virgen sigue teniendo gran importancia o valor para las familias,

Como un caso o ejemplo digno de interés encontramos el Istmo de Tehuantepec  donde sigue siendo muy importante para las familias el hecho de que una mujer llegue  pura y casta es decir virgen al matrimonio, esto  implica que la  aún tiene valor y puede aspirar un matrimonio con privilegios por así decirlo, un ejemplo que retomare de esto se ve desde el momento en que es pedida la mano de la mujer en donde los padres de esta puede pedir o exigir a la familia del novio mayor aportación económica para la boda, al momento de estar en la iglesia la mujer debe porta un vestido de color blanco y un velo que cubra su rostro indicando así que esta es virgen y en la fiesta las invitadas portan un tulipán de color rojo y en la entrada de la  se cuelga una olla intacta sin rupturas, en caso de no ser así la mujer sufre la vergüenza por así llamarlo de no poder portar un vestido completamente de color blanco y en la fiesta como símbolo de que ya no es virgen se pone una olla con perforaciones(pichancha).


Desde mi perspectiva en pleno siglo XXI aún existen lugares donde se le otorga mucha importancia a la virginidad cabe mencionar que esto se ve más en pequeños poblados o comunidades y con el paso de los años empieza a desaparecer o pasar desapercibido el valor que algunas personas le atribuyen a este término, en lo personal considero que este término denigra a la mujer  dado que si no es virgen pierden valor y sufre discriminación por la sociedad  por lo cual surge en mi las siguiente pregunta ¿Por qué quitarle o darle valor a la mujer por su virginidad?
A caso somos objetos que deben ser medidos por un simple  pedazo de tela “himen”  hay que destacar que las mujeres somos seres capaces de pensar y sentir por lo cual a mi parecer es totalmente inadecuado designarle  un valor hecho de ser o no ser virgen.

¿Qué pasa con las mujeres que han  sufrido una violación? ¿Qué pasa con aquellas que  pierden la virginidad por andar en caballo o bicicleta?

Las mujeres que han sufrido una violación ni si quiera decidieron perder la virginidad por su propia elección y aun así son  juzgadas por la sociedad, que acaso no se dan cuenta que no fue su elección, que sufren por ser denigradas por   no ser vírgenes.

Por qué basarnos en darle un valor a la mujer por un término que considero machista  es sorprendente como las mujeres anteriormente y actualmente en algunos lugares  se dejan dañar emocionalmente por este término teniendo en cuenta que el valor de una mujer no depende de ser vírgenes o no, ni de con cuantos  mantuvo o no una relación el valor de una mujer puede depender de muchos otros factores, considero que el valor de una mujer depende de cómo enfrente las problemáticas de la vida, la sonrisa con que enfrenta las luchas diarias con la ignorancia y falta de respeto, la habilidad  con que enfrenta las adversidades y la sabiduría con que calla cuando es necesario.

Esto temores que la mujer presenta sobre el tema de la virginidad se deben al medio donde vive, al método de crianza que se les inculca de generación en generación.


Psicológicamente hablando considero que esto ocasiona un grave daño emocional  al autoestima de la mujer, pues no ser virgen para ellas es sinónimo de no tener valor, de sentir vergüenza y ser tachadas mal por la sociedad, lo cual esto  les provoca baja autoestima lo que les repercute a considerarse menos antes otras mujeres o permitir que se les humille o sufran violencia por su pareja o sociedad, esto en casos extremos donde la mujer debido a este hecho acumula gran tensión y estrés puede llegar a  presentar tendencias suicidas.

Considero que es importante acabar con este tabú, teniendo en cuenta que anteriormente se le daba tanto valor a la virginidad porque no  existía el conocimiento que ahora tenemos  sobre la presencia o ausencia del himen, basta de seguir con esas ideas cuadradas o mentes cerradas, es hora de ver, conocer y transmitir el conocimiento que tenemos sobre el sexo y de perder esa vergüenza  que tiene algunas personas al hablarle a sus hijos sobre el sexo,  no miremos esto como algo malo, debemos  afrontar que es algo cotidiano en nuestras vidas y aceptarlo como tal y así poder disfrutar y gozar nuestra vida sexual.


En conclusión la virginidad depende de la comunidad en que nos encontremos y que tanto este regida por costumbres, debemos marcar una diferencia en esta sociedad y dejar de  darle tanto poder a una palabra que no denota nada más  que seguir con ideas del pasado y demostrar que no tenemos miedo a enfrentar cosas nuevas y aceptamos los avances que se van descubriendo sobre lo maravilloso que es el cuerpo  humano y no tener una mente cerrada ante temas relacionados con el sexo.

La virginidad no se encuentra abajo en los órganos sexuales, por el contrario  se encuentra  arriba, en la cabeza y la mentalidad machista que tienen algunas personas.


Para finalizar  me permitiré citar  lo siguiente:

“Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud”

Voltaire

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